¿Sabías que las trufas son hongos que crecen bajo tierra y que tienen un sabor y un aroma únicos? Existen más de 30 variedades de trufa, pero las más preciadas son la trufa blanca y la trufa negra. ¿Quieres saber qué beneficios tienen para tu salud y cómo usarlas en la cocina? Sigue leyendo y descúbrelo.
Las trufas son fuente de proteínas de alta calidad, hierro, potasio, calcio y sodio. Además, tienen potentes antioxidantes y antiinflamatorios que pueden prevenir enfermedades metabólicas, articulares, cardiovasculares e incluso el cáncer. También tienen fibra, que mejora la flora intestinal y el sistema inmunológico.
Las trufas blancas son las más picantes y aromáticas, con un toque a ajo y almizcle. Solo se consumen en crudo, ralladas o cepilladas sobre la pasta, el arroz, los huevos o las ensaladas. Son muy escasas y solo crecen en algunas regiones de Italia y Croacia, por lo que son muy caras.
Las trufas negras son más suaves y terrosas, con un matiz a nuez. Se pueden cocinar con salsas, carnes, quesos o patés. Se cultivan en varios países, como España, Francia o Australia, y son más asequibles que las blancas.
Las trufas son un condimento que se usa en pequeñas cantidades, ya que su sabor es muy intenso. Puedes conservarlas en el frigorífico envueltas en papel absorbente o congelarlas para alargar su vida útil. Eso sí, no las laves hasta que vayas a usarlas.
En Il Boccone, la trufa es un ingrediente habitual y hacemos verdaderos esfuerzos en que nuestros platos lleven trufa de la mejor calidad. Prueba uno de nuestros platos haciendo tu reserva en el restaurante.
¿Te animas a probar este manjar de la naturaleza? Cuéntanos qué te parecen las trufas y si te ha gustado este post, compártelo con tus amigos.